Liderazgo al palo

Juan Román Riquelme, ídolo xeneize y presidente del club, contuvo a barras que habían saltado hacia la platea para enfrentar a sus pares del Lobo donde se demoró el segundo tiempo. Volaron butacas y otros proyectiles y la Policía rosarina reprimió, pero luego el partido pudo reanudarse.

Incidentes en el estadio de Newell’s entre hinchas de Boca y de Gimnasia, que este miércoles disputaban en Rosario un duelo de cuartos de final de la Copa Argentina, demoraron el inicio del segundo tiempo. Hubo represión policial en las tribunas, pero todo se calmó cuando bajó de su palco hasta el sector del conflicto Juan Román Riquelme, ídolo xeneize y presidente del club. 

Horas después de lo sucedido, la dirigencia de Newell’s publicó un comunicado llevando calma a los hinchas rojinegros. Es que la lepra, jugará de local el próximo sábado desde las 17.15 ante Sarmiento de Junín por la fecha 19, por lo que se tendrá que reparar todo lo vandalizado en menos de tres días para la pronta atención al socio. 

“Ante los incidentes ocurridos este miércoles por la noche entre las hinchadas de Boca y Gimnasia y Esgrima de La Plata en el encuentro por los cuartos de final de la Copa Argentina, el Club Atlético Newell’s Old Boys desea llevar tranquilidad a socios y simpatizantes acerca de la reparación de los daños materiales registrados en el Coloso del Parque, que serán íntegramente afrontados por la organización del certamen luego de la correspondiente constatación posterior al partido del estado final de tribunas y todo espacio que se haya podido ver afectado”.

El comunicado de la dirigencia de Newell’s ante los destrozos en el Coloso.

Los incidentes en el Coloso

La violencia se desató entre la popular norte, ocupada por el público del Lobo, y la platea doble con simpatizantes boquenses cuando ambos equipos habían vuelto a la cancha para la segunda mitad.

(imagen TV)

En esa esquina volaron butacas -ahora alguien deberá responder por los daños en el Coloso Marcelo Bielsa- y otros proyectiles de un lado a otro. Pero el momento más tenso se vivió cuando la barra brava xeneize, que estaba en la otra cabecera, violentó un portón y accedió, con una horda de decenas de personas, a la platea para dirigirse a la escena de los disturbios. 

La Policía de Santa Fe, que para este encuentro montó un amplio operativo con 678 agentes, sumados a 180 efectivos de seguridad privada, contuvo ese embate con escudos, gas pimienta y algunas balas de goma en plena tribuna.

(FotoBaires)

Sin embargo, lo que aplacó rápidamente los ánimos fue la presencia de Riquelme, que se interpuso con su cuerpo entre hinchas y policías con desesperados ademanes para que retrocedieran. También se vio en la zona a los ex jugadores y hoy dirigentes, Marcelo Delgado y Raúl Cascini.

La barra decidió entonces regresar a su sector y a los pocos minutos ya se jugaba el complemento, con triunfo parcial de Boca por 1-0 en ese momento.

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