Superclásicos fuera de hora
Particularidades del Boca – River en días y horarios poco habituales.
El “Superclásico” tal como lo bautizó el Maestro Juan José Lujambio, a lo largo de la
historia se ha consolidado no solamente como el partido más grande de nuestro
fútbol, sino como uno de los espectáculos deportivos más excitantes del mundo y con
el correr de los años ofreció todo tipo de alternativas.
Definiciones de torneos, remontadas, atajadas, goles agónicos, polémicas y
confrontaciones por fuera de los horarios habituales. Algo que sucederá este domingo,
cuando los dos colosos de nuestro fútbol, inicien a partir de las 14.00, la edición
número 215 de los cruces entre Boca y River, producto del primer debate camino a las
Elecciones Presidenciales del 2023.
Maradona – Kempes y un gol para la posteridad
Uno de los clásicos más recordados se jugó un viernes por la noche. Aquello sucedió el
10 de abril de 1981, debido a que el domingo 12 se iba a correr en el Autódromo de
Buenos Aires, el Gran Premio de Argentina de F1, con la presencia estelar de Carlos
Alberto Reutemann.
El partido se vendió como el choque entre Diego Armando Maradona, que en el mes
de febrero se había calzado la camiseta Xeneize (debutó el 22 de ese mes, en el triunfo
por 4-1 ante Talleres en la Bombonera, con dos goles suyos de penal) y ya era por
cierto el mejor jugador del mundo, algo que empezó a consolidar desde el Mundial
Juvenil de Japón 1979 y Mario Alberto Kempes del otro lado. El Matador, había venido
desde Valencia con toda la gloria a cuestas a jugar en el Millonario contra contrafigura
de Maradona.
Era el cruce entre la figura del campeón del mundo juvenil de Japón, contra el máximo
estandarte de la consagración “Albiceleste” en el Mundial de Argentina de 1978.
Donde el combinado nacional, logró bajo el paraguas de César Luis Menotti la primera
de las tres estrellas.
Otra apostilla de ese viernes, fue que el partido estuvo a punto de suspenderse por la
lluvia que arreció a Buenos Aires, en vísperas del partido que había dejado el campo de
juego de La Bombonera en muy mal estado.
Pero al final el clásico se llevó a cabo y fue alegría Xeneize con goleada incluida por 3-0.
Miguel Ángel Brindisi, por duplicado y Diego Armando Maradona anotaron para el
equipo orientado por Silvio Marzolini, que en el complemento apabulló a los
conducidos por Ángel Amadeo Labruna.
Para todos los tiempos, quedó el tanto conseguido por Maradona. Pelusa convirtió
luego de una corrida inolvidable de Cacho Córdoba de izquierda a derecha, tras bajarla
con la punta del zapato izquierdo y posteriormente a dejar gateando al Pato Fillol y al
Conejo Tarantini contra el palo.
También esa noche, se metió para siempre en el corazón de los futboleros argentinos,
el mejor relator de todos tiempos, tal el caso de Víctor Hugo Morales con su “tá, tá, tá,
que sea, que sea, que sea”, con el que preanunció la conquista de Diego en su
narración de “Sport 80”, por Radio Belgrano.
Conglomerado de estrellas en La Bombonera
La Bombonera en 1981 fue testigo de otro Superclásico para todos los tiempos, fuera
de lo que es el horario habitual del domingo por tarde. En este caso se jugó un
domingo, pero por la mañana. También debido a que Carlos Alberto Reutemann, corría
por la tarde de nuestro país el GP de Canadá y tenía chances de ganar el título mundial
de F1, que finalmente se le escapó por un punto a manos de Nelson Piquet.
A diferencia del partido del viernes 10 de abril, el choque del domingo 27 de
septiembre de ese 1981, lo vio ganador a los de la banda cruzada 3-2. Con los tantos
de Mario Alberto Kempes de tiro libre, de Daniel Alberto Passarella de penal y el
restante de Jorge García, para los ya guiados por Alfredo Di Stéfano, que luego ganó el
certamen. Diego Armando Maradona desde la altura de los viejos palcos y Ricardo
Alberto Gareca, facturaron para el Xeneize.
La particularidad aquí es que como nunca, coincidieron tantas estrellas en un campo
de juego, si de Superclásicos hablamos.
Si repasamos la formación de River nos encontramos con cinco campeones del mundo
de 1978: Ubaldo Matildo Fillol, Passarella, Kempes, Américo Rubén Gallego y Norberto
Osvaldo Alonso. Un futuro campeón de 1986 (Julio Jorge Olarticoechea) y uno juvenil
de 1979 (Ramón Ángel Díaz). Además de otras figuras de la talla de Juan José López,
Emilio Nicolás Commisso y Pedro Alexis González.
En tanto que el Xeneize presentó en cancha a: Maradona (campeón del mundo Juvenil
de 1979 y futuro campeón de mayores en México 1986), Oscar Ruggeri (quien al igual
que Diego se consagró en tierras aztecas con Bilardo), Osvaldo Pichi Escudero (otro
ganador con el Juvenil de 1979) y al igual que su rival, alineó apellidos rutilantes de la
historia del fútbol argentino en general y del cuadro de la Ribera en particular como:
Miguel Ángel Brindisi, Gareca y los campeones de América y de la Intercontinental en
la era de Juan Carlos Lorenzo: Hugo Orlando Gatti, Roberto Mouzo y Jorge José
Benítez. Todos ídolos boquenses. Además de José María Suárez, quien levantó las dos
primeras Libertadores conseguidas por Boca y la primera Intercontinental.
El último baile de Diego
La victoria por 2-1 Xeneize sobre River conseguida el 25 de octubre de 1997, en el
Monumental dejó un sabor agridulce con el transcurrir de los días de ese encuentro,
que se disputó un día sábado, ya que el domingo 26 habría de llevarse a cabo la
elección Legislativa, que a la sazón proyectó a la Alianza entre el radicalismo y el
FREPASO, como la principal fuerza política del país.
La alegría se desató por el triunfo conseguido en el estadio Monumetal, porque el
equipo dirigido por Héctor Veira, le quitó además la vanguardia a los de Ramón Díaz
(bicampeones reinantes de nuestro fútbol en ese entonces y luego tricampeones con
la obtención del Apertura del 97) y debido a que dio vuelta un trámite desfavorable en
el resultado y en el desarrollo por momentos, con los tantos del recordado Julio César
Toresani y de Martín Palermo, quien ese día empezó a ganarse al pueblo Xeneize. Vale
destacar, que los dueños de casa se habían ido al descanso gananciosos, por obra de
un ex Boca como Sergio Ángel Berti.
Sin embargo aquellos festejos, esos abrazos, el puño apretado del sábado por la tarde-
noche, con el correr de los días se diluyó porque llegó la noticia que nadie quería
escuchar, cuando Diego Armando Maradona, quien había salido en el entretiempo
para dejarle el lugar a Juan Román Riquelme, nada más ni nada menos, anunció su
retiro del fútbol profesional. Siendo ese del sábado 25 de octubre de 1997, el último
baile del “Pibe de Oro” y más grande jugador de fútbol de todos los tiempos. Además
de ícono cultural, social y político.