Vale 10 palos verdes…

El 19/2 de 1981, se confirmó la transferencia de Diego MARADONA de Argentinos Juniors a BOCA. Fue un préstamo por el que el club de La Ribera pagó alrededor de dos millones y medio de dólares. Al día siguiente el “Diez” firmó su contrato y disputó un partido amistoso en La Bombonera, justamente ante el “Bicho”, jugando un tiempo para cada equipo. Con el “Xeneize” ganaría el Metropolitano de ese año.

(…) Siempre supe que con ellos iba a vivir algo especial, siempre. Y eso que a mi me tiraba Indepdndinte, porque me fascinaba el Bocha, me encantaba. Pero en mi casa Boca era el equipo de todos. Y habían sido ellos los primeros hinchas que me gritaron en una cancha : “Que se quede, que se quede”. Los mismos que me ovacionaron cuando le meti los cuatro goles a Gatti. Siempre supe que me iba a encontrar con Boca, pero… ¡Cuánto tardaron en llamarme! El capitulo de mi relación con Boca es muy lindo. Sobre todo porque la historia la invente yo; el quia armo todo.
River me hizo una oferta – a Cyterszpiller, en realidad – mas que interesante. Aragon Cabrera, que era el presidente, le dijo a Jorge que yo iba a ganar como el jugador mejor pago del club, que en ese momento era el Pato Fillol. Cuando me lo comento, le conteste: “Ojala que el Pato gane 50mil”. No se, una cifra exagerada, cualquier guita, porque si no era por mucha plata, yo no iba. Era muy interesante la oferta de River , pero ¿Qué pasaba? En mi casa el corazón estaba con Boca. Una tarde, caminando con mi viejo por La Paternal, el se animo a contarme un sueño… Era algo raro en el, me sorprendio. No es de hablarme mucho, asi que lo escuche. Me dijo: “Dieguito, ¿sabes que estuve pensando anoche? Que algún dia será muy lindo verte jugar con la camiseta de Boca… La Bombonera, vos, nosotros gritando los goles, los parientes de Esquina también”. Y… Boca tiraba, pero… ¡Boca estaba quebrado, no tenia un chelín!
Aragon se dio cuenta de que yo no estaba convencido pórque me mando un mensaje a través de Jorge. “Decile que arregle por la misma guita de Fillol porque sino va a tener problemas”. A mi me sono a amenaza y la historia me gusto menos todavía. Jorge había averiguado cuanto ganaba Fillol y era un buen paquete, pero yo ya no quería saber nada. Ademas, si al plantel que ya tenia River me sumaba yo, se terminaba el futbol, porque era un equipo monstruoso, nadie nos hubiera podido mojar la oreja. En ese momento River tenia a Passarella, a Gallego, a Merlo, a Alonso, a Jota Jota Lopez. Y Boca se venia desangrando, venia de la peor campaña de su historia, con Ratttin. (…)
(…) Bueno, la cosa es que estábamos en pleno tira y afloje , cuando me llamó Franconieri, un periodista de Cronica: “Hola, Diego, ¿asi que ya esta hecho lo de River?”. Yo lo cace al vuelo, me quería sacar de mentira verdad, asi que lo deje hablar un poco y enseguida me jugué: “No, no voy a firmar porque me llamo Boca”. Se me ocurrio en el momento, no se, fue una inspiración, una idea de esas que aparecen de vez en cuando. A el le venia fenomento la noticia que no existía y pico. A la tarde apareció Cronica con un titulo asi de grande: MARADONA A BOCA. Solo faltaba una cosa: que picaran los dirigentes de Boca… Y los dirigentes de Boca picaron (…)
(…) el martes 3 de febrero no tuve mejor idea que invitar a la Claudia y a un monton de parientes y amigos a ver la final del Campeonato Mundial Infantil, Inter contra la Academia Tahichi de Bolivia… ¡en el Monumental!. Claudia dudo un poquito, no entendia por que yo me exponía tanto, pero alla fuimos. El ambiente estaba pesado contra nosotros. Cuando llegamos al palco, un tipo me dice: “Usted y su novia pasan, pero para el resto no hay lugar. Si quieren, que vayan a la platea”. A mi me cayo como una patada en el hígado, pero acepte, para no hacer mas lio. Nos instalamos y al ratito nomas, un par de dirigentes empezaron a gritarme cosas: “¿Qué haces aca, bostero?”¡Para que! Me di vuelta, los quería matar, nos agarramos a las trompadas, hasta que nos sacaron de ahí a mi y a Claudia. Lo ultimo que les grite, antes de juntarme con el resto en la platea, fue algo que ya sabia: “A este club no vuelvo nunca mas. Lo Juro. ¡Nunca mas!”. Nunca mas. (…)

El tema era como se contretaba lo otro. El jueves 12, los dos clubes ya se habían puesto de acuerdo, pero al dia siguiente, Aragon cumplio con aquella amenaza que me había hecho: a Boca le cayo la DGI y la plata que estaba lista para pagar mi pase, desaparecio. Empezo un tironeo terrible que recién termino el viernes 20. El pase, al fin, se hizo a préstamo y Boca se quedo con la opción de comprarme. Por este préstamo pagaron – o tenian que pagar – cuatro millones de dólares y le tenian que dar a Argentinos un moton de jugadores: Santos, Rotondi, Salinas, Zanabira, Bordon y Randazzo… ¡A todos los representaba Guillermo Coppola! Y Randazzo, no se, se creía Uwe Seeler, no quería saber nada con irse de Boca porque, cuando los dirigentes le decían: “Guillermo, es una falta de respeto, la gente nos va a matar si no se concreta lo de Diego”, el les contestaba: “¿Falta de respeto? Es una falta de respeto para Randazzo”(…)
(…) Firme mi contrato en La Bombonera, ante las cámaras de Canal 13, que había pagado por la exclusividad. Y esa misma noche, sali a la cancha con la camiseta de Boca, para jugar el amistoso contra Argentinos que formaba parte del negocio. Fue el viernes 20 de febrero de 1981. Era un tiempo con cada camiseta. La que use en el primero, la blanca de Argentinos, se la regale a Francis Cornejo. Despues, en la escalera del vestuario visitante, me cambie y me puse por primera vez los colores de Boca. Me mande para la cancha, me persigne, pise el césped con el pie derecho, entre y supe que empezaba una gran historia…. Lo que son las cosas, le hice un gol de penal a mi equipo de toda la vida, el equipo con el que me había quedado con las ganas de salir campeón. ¿sabes lo que es eso? (…)

Diego marca su primer gol con la camiseta de Boca.

Fragmentos del libro YO SOY EL DIEGO.

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