La ultima sinfonia de D10s
Se cumplen 25 años del retiro oficial de Diego Armando Maradona, con la camiseta de Boca. Fue en la cancha de River. Fue con un triunfo Súper Clásico, en el paso de mando a manos de Roman.
“Muchachos, yo no sé ustedes. Pero a mí, para sacarme los puntos estos hijos de p*** me van a tener que matar. Me van a tener que sacar la vida… ¿Entendieron lo que les digo? Vamos a poner los huevos carajo ¡Vamos!”, decía un enérgico Maradona.
El detrás de escena del frío saludo entre Maradona y Ramón Díaz
Antes de comenzar el partido, hubo una escena que todo el mundo del fútbol estaba esperando: el reencuentro en una cancha entre Diego Maradona y Ramón Díaz. Los dos habían salido campeones en el Mundial juvenil 1979 en Japón.
Durante ese campeonato, Maradona le mostró al mundo que era un jugador distinto. Y contó con un aliado como Ramón Díaz, formando una gran dupla de ataque.
Otros tiempos: Maradona y Ramón Díaz celebrando el campeonato Juvenil 79 en Japón.
La previa del superclásico de 1997 estuvo enfocada sólo en ellos dos. Llevaban 15 años sin hablarse. La cuestión pasaba por ver si se terminarían saludarían. El propio Diego admitió que lo haría. ¿Pero qué fue lo que pasó?
Cuando Boca compró a Maradona en 1981, los puso a los dos en diferentes veredas. Ramón era la joven promesa de River.
Sin embargo, lo que más los dividió para siempre fue después del Mundial España 82. Cuando Carlos Bilardo llegó como director técnico del seleccionado argentino jamás convocó a Ramón Díaz en los ocho años que fue el entrenador, a pesar de los buenos rendimientos que el delantero argentino tenía en Europa.
Antes del superclásico de 1997 cumplieron para la foto con un saludo frío y con miradas esquivas. Por problemas físicos, Maradona solamente disputó el primer tiempo, que había finalizado 1-0 para el Millonario gracias al gol de Sergio Berti. En su lugar, Héctor Bambino Veira hizo ingresar a un tal Juan Román Riquelme.
Diego Maradona y una histórica frase en el Monumental
En el complemento, Boca lo dio vuelta con goles de Julio César Toresani y Martín Palermo. Tras la remontada, Diego ingresó a la cancha para festejar con sus compañeros y luego le dedicó gestos obscenos a los hinchas de River en una de las tribunas.
Ya en las duchas y frente a una multitud de periodistas, Maradona, con una toalla sobre los hombros, chicaneó al eterno rival: “Boca jugó a lo Boca y River jugó a lo River. Ellos hicieron un gran primer tiempo pero en el segundo se les cayó la bombacha…”.