Chau, Flaco. Gracias por todo
CÉSAR LUIS MENOTTI será recordado para siempre como un emblema de la Selección Argentina, una pieza clave en la refundación para que los futbolistas se murieran, hasta el día de hoy, por vestir la camiseta celeste y blanca.
Pero tiene un pasado como jugador: fue un exquisito mediocampista, un rebelde con y sin causa. Entre 1960 y 1966 deslumbró como artista en Rosario Central -el club que lo vio nacer-, Racing y Boca. Y en el ’67 se dio el lujo de ser pionero en los Estados Unidos, más de medio siglo antes que el actual rey del fútbol Lionel Messi, e incluso antes que el otro rey: Pelé, del que se dio el lujo de ser compañero en Santos, en 1968.
Alguna vez El Gráfico le preguntó cómo jugaba y el Flaco dio su parecer: “No sé, no sé… Si me das a elegir a mí, pero es muy vanidoso, como Riquelme; un tipo con buen disparo de larga distancia, con mucho pase-gol, era hábil, tiraba túneles, le pegaba fuerte a la pelota”.
Con la camiseta de Boca, si bien tuvo un paso corto en el tiempo, dejó su huella personal. Pieza importante en el título del Campeonato de 1965, conquista del Xeneize por un punto ante River, el Flaco jugó un total de 18 partidos con la casaca azul y oro, con un registro de 6 goles.
Uno de esos tantos lo catapultó directo a la tapa de El Gráfico: fue en la edición 2434, del 31 de mayo de 1966, horas después de su festejo ante Platense, el primero en la goleada 3-0 del conjunto xeneize.