Las urnas separadas no hubieran cambiado la historia

Con la observacion de las 39 mesas donde votó la mitad de los socios de la polémica, se realizó un estudio de cuál hubiera sido el resultado, en caso de no haber participado del acto eleccionario.

Se convirtió en el gran tema de las últimas semanas y mantuvo en vilo al Mundo Boca durante todo el tiempo que transcurrió desde las fallidas elecciones del 3 de diciembre hasta el último domingo, fecha en que finalmente se votó.

La judicialización de los comicios xeneizes fue el tema central de la previa y tuvo un protagonista anónimo (o no tanto) que también se expresó en las urnas: los 13.000 socios observados por la oposición.

Y con el último fallo de la jueza Alejandra Abrevaya vigente (que dispuso que sobre esos votantes se hiciera un conteo paralelo), la incógnita de cómo hubiesen sido los resultados sin esa participación se develó con el escrutinio definitivo.

Los votantes

En primer lugar, el dato a destacar es que la cantidad de votantes efectivos en las 39 mesas en cuestión terminaron siendo 7877 de los 13.364 habilitados en el padrón correspondiente a las mismas. ¿Y cómo fueron los resultados?

Los resultados finales de las elecciones en Boca.

Ventaja Román

La diferencia en esa porción del electorado fue categórica, ya que 6834 votos fueron para la fórmula Juan Román Riquelme – Jorge Amor Ameal (un 86,8%) y apenas 1031 (un 13,1%) terminaron eligiendo a la oposición representada en Andrés Ibarra y Mauricio Macri. Del total, 12 votos fueron en blanco o impugnados.

Esos porcentajes tienen diferencia con los definitivos que consagraron la reelección del oficialismo, que terminaron siendo contundentes (65,4% a 34,4%) pero no semejantes a los de las mesas en cuestión. Ahora, sin esos votos, ¿se podían revertir los resultados?

Si no estaban los 13 mil

La respuesta es no, de ninguna manera. Y tampoco hubiese sido una modificación considerable. Porque el porcentaje final sin esos votos es de un 61,1 del total para el oficialismo, apenas 4 puntos por debajo del resultado definitivo. La victoria de Román, que se decidió por una diferencia de casi 15.000 votos, no se hubiera visto afectada por los menos de 7000 observados si esas mesas no votaban (o si se hubiera insistido en el reclamo).